No usa capa ni gorro puntiagudo, sino una túnica estampada con soles y lunas, como los magos antiguos.
Guido consigue sus encantamientos con música y poesía. Toca la guitarra, lee unos poemas y consigue que salgan ranas, ratones y saltamontes. ¡Es fantástico!
En su casa, Guido sigue rodeado de animales. Su gata Galimatías y su perro Miguelón están con él continuamente.
Como es muy miedoso, Guido se mete en la cama con un gusanito de goma que se ilumina.
En lo alto, la Luna sonríe. Guido se da cuenta de que no está solo.
Ilustraciones: Alicia Moreno y Cecilia.
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